El ingeniero Guillermo Labarthe Hernández nació en San Luis Potosí el 18 de febrero de 1934. Desde joven mostró una profunda vocación por la ciencia y la tierra, iniciando sus estudios en la Escuela de Ingeniería de la UASLP y concluyendo la carrera de Ingeniería Geológica en la Escuela Nacional de Ingenieros de la UNAM. Su tesis sobre el yacimiento de hierro del Encino, Jalisco, marcó el inicio de una trayectoria dedicada al conocimiento del subsuelo mexicano.

Durante los primeros años de su carrera trabajó como geólogo de exploración en la Minera Las Encinas, recorriendo la costa de Jalisco y Michoacán en busca de hierro. Más tarde, su compromiso con la docencia y la investigación lo llevó de regreso a su alma máter, donde se integró como profesor del Instituto de Geología y Metalurgia. Desde ahí combinó la enseñanza con la asesoría a pequeños mineros de la región potosina.

Entre 1965 y 1969 fue director de la Facultad de Ingeniería de la UASLP, periodo en el que impulsó la creación de la carrera de Ingeniero Metalurgista. Años después dirigió el Instituto de Geología, donde consolidó el proyecto de cartografía geológica del altiplano y zona media de San Luis Potosí, iniciativa que comenzó con tesis de estudiantes y terminó siendo un referente científico nacional con apoyo de CONACyT.

Su labor produjo más de veinte folletos técnicos y numerosas publicaciones en revistas especializadas, además de generar vínculos estratégicos con la industria minera que fortalecieron la infraestructura del Instituto.

A lo largo de su vida académica y profesional, el ingeniero Labarthe fue reconocido con la Mención Honorífica en su tesis de licenciatura, el Premio Nacional de Geología 1981 otorgado por la AIMMGM, y el nombramiento de Profesor Emérito de la UASLP, distinciones que reflejan la huella que dejó en la geología mexicana y en generaciones de ingenieros que encontraron en su ejemplo una inspiración para explorar, enseñar y construir conocimiento.